La amatista ocupa un lugar muy especial dentro de las piedras semipreciosas que se utilizan en joyería. Quédese con nosotros para conocer los aspectos más interesantes de esta cautivadora gema: desde sus características hasta su significado.
Cómo es la amatista
La amatista es un tipo de cuarzo de silicio (SiO2) que se distingue por su singular color púrpura. De hecho, se trata de la variedad más valorada de este mineral. Las principales minas de donde se extrae están en Brasil, Uruguay y Madagascar.
Características de la amatista
- El color primario de la amatista es el púrpura y las tonalidades secundarias son el rojo y el azul. Asimismo, es posible encontrar variedades en tonos lavanda y lila. Estos colores pueden alterarse mediante tratamiento térmico, haciendo que las amatistas se vuelvan amarillas, marrones o anaranjadas.
- El cuarzo es un material piezoeléctrico. Ello quiere decir que es capaz de transformar la energía mecánica en electricidad. Consecuentemente, puede ser utilizada en la fabricación de ciertos dispositivos tecnológicos (p.ej: micrófonos y televisores).
- La amatista, como variedad del cuarzo, presenta la misma dureza que el resto de variedades , es decir, un 7 en la escala de Mohs, si bien esta será inferior en las variedades menos puras. Conviene señalar que puede ser objeto de ciertos tratamientos para aumentar su durabilidad.
- Se trata de un cristal dicroico, es decir, su estructura molecular se comporta de manera diferente según por dónde le llegue la luz. Así pues, la absorberá si es perpendicular al eje principal de formación y la refractará si se polariza paralelamente al mismo.
- Al tratarse de un mineral que abunda en la naturaleza, su precio es asequible y se le considera como una gema semipreciosa. Sin embargo, existen piezas de extraordinario valor (como el péndulo de Hephzibah o el collar de la Duquesa de Windsor).
Uso de la amatista en joyería
Debido a su gran belleza, las amatistas llevan utilizándose desde tiempos inmemoriales con fines decorativos. De hecho, los restos arqueológicos revelan que ya fueron empleadas en el Antiguo Egipto para adornar las tumbas de los faraones.
La relación entre las amatistas y la joyería resulta tan estrecha que han sido los propios joyeros quienes se han encargado de bautizar los distintos colores de esta piedra semipreciosa. Por ejemplo, “Rosa de Francia» designa a las variedades más pálidas, mientras que «Siberia profunda» se refiere a los valiosos ejemplares de color violeta intenso.
¿Sabías que las amatistas eran tan valiosas como los rubíes o las esmeraldas? Sin embargo, con el descubrimiento de los grandes depósitos mineros brasileños en el S.XIX, dejó de ser considerada como una gema rara y, en consecuencia, descendió su valor.
Por lo demás, y al igual que sucede con otras gemas, los criterios para su tasación son: el color, la transparencia, la talla y el peso en quilates.
En el mundo de la joyería es frecuente utilizar diversos tratamientos para cambiar el color y mejorar la dureza o el brillo de las amatistas. Igualmente, es posible crear amatistas sintéticas en laboratorios, las cuales imitan las variedades más valiosas y también son utilizadas para crear joyas.
Dado su indiscutible atractivo, las amatistas son perfectas para crear toda clase de joyas (sortijas, pendientes, broches, pulseras, etc.). En particular, ha sido muy utilizada para ornamentar los anillos de cardenales y obispos como un símbolo de castidad.
Significados de la amatista
A lo largo de su dilatada y apasionante historia, numerosas civilizaciones han atribuido significados especiales a las amatistas. No en vano, diversas culturas consideraban que esta gema tenía poderes protectores. De ello dan buen ejemplo las pulseras que lucían los emperadores de la Antigua China y los talismanes portados por los soldados de la Europa medieval.
En la Antigua Grecia se creía que estos minerales eran capaces de proteger de la embriaguez, razón por la que esta civilización solía utilizar amatistas talladas como copas de vino. Ello es así hasta el punto de que su nombre (a-methustos) significa “no intoxicado». Es más, el poeta francés Remy Belleau creó un mito sobre el origen de esta gema en el que se la asociaba con el dios Baco.
Otras significaciones históricas de la amatista han asociado esta gema con la religiosidad (cristianos y budistas), la sanación (hindúes) y la realeza (Antiguo Egipto).