Los relojes cronógrafos son unas intrincadas piezas de artesanía muy elaboradas e interesantes. Lejos de lo que pueda parecer, no solo se utilizan para conocer la hora: los cronógrafos también se usan para medir distancias o velocidades.
Llevan con nosotros desde 1816, cuando el relojero Louis Moinet inventó esta nueva tecnología para utilizarla en astrología, aunque el primer reloj cronógrafo salió al mercado en 1821.
Los cronógrafos actuales tienen ciertas diferencias con los primeros que salieron, pero la función principal sigue siendo la misma. A continuación hablaremos más detalladamente de este artilugio y sus funcionalidades.
Qué es un reloj de cronógrafo y para qué sirve
El término “cronógrafo» significa “registrador de tiempo» o también, “escritor de tiempo» y generalmente se refiere a los relojes con la funcionalidad de parar el tiempo.
Sin embargo, hay otras muchas características integradas en los cronógrafos modernos que los hacen más útiles que los cronómetros.
La mayoría de los cronógrafos cuentan con al menos algunos diales dentro de la esfera del reloj y tres botones en el lado derecho de la misma esfera. Esos tres tres diales cubren tres medidas diferentes de tiempo: horas, minutos y segundos.
Sin embargo, la ubicación de estos diales puede ser diferente dependiendo de los relojes, pero normalmente se ven estos tres.
En el lado derecho está la corona típica de cualquier reloj, pero hay dos botones adicionales, los cuales se utilizan como un inicio-parada y un reinicio para la función de cronómetro.
Los cronógrafos sirven para diversas actividades. Su propósito principal es marcar la hora con precisión, pero con ellos también se puede medir la frecuencia cardíaca, calcular la velocidad promedio o realizar un seguimiento de dos eventos al mismo tiempo, como por ejemplo en las carreras.
Cómo se utiliza un cronógrafo
En realidad, utilizar un cronógrafo es bastante sencillo: un pulsador inicia y detiene el proceso, y el otro lo restablece a cero. Ambos pulsadores suelen estar ubicados en el lado derecho de la caja: uno a las 2 en punto para parar y arrancar, y otro a las 4 en punto para restablecer la función.
El segundero central mide los segundos transcurridos y las fracciones de segundo para la función de cronometraje. Una subesfera muestra los segundos con una pequeña manecilla.
La gran mayoría de los cronógrafos tienen dos subesferas adicionales que cuentan los minutos y las horas.
Sin embargo, hay cronógrafos con solo dos subesferas, generalmente una pequeña esfera de segundos y un contador de minutos. La mayoría de estos relojes pueden cronometrar hasta 30 o 60 minutos.
Los cronógrafos con un solo pulsador son bastante raros, pero también los hay. Por lo general, está integrado en la corona y es responsable de los tres pasos: iniciar, detener y reiniciar.
Lo único que realmente necesita un reloj para ser considerado un cronógrafo es una manecilla de segundos que se mueva independientemente de la función de cronometraje. Si esa manecilla se puede iniciar, detener y reiniciar, entonces tienes un cronógrafo.
La diferencia entre un cronógrafo y un cronómetro
Un cronógrafo por sí solo no puede certificarse como cronómetro, ya que su función es medir tiempos cortos, la duración de un evento concreto. En la actualidad, no existe ninguna norma que certifique la precisión de un cronógrafo por sí solo.
Un cronógrafo puede ser cronómetro, pero no todos los cronógrafos son cronómetros, al igual que tampoco todos los cronómetros son cronógrafos.
La diferencia principal entre los dos términos es lo que mencionamos al principio de este apartado. Los cronógrafos contabilizan tiempos cortos a demanda, mientras que los cronómetros son más precisos y han de estar certificados y seguir la norma ISO 3159, aunque existen otros organismos que también se encargan de certificar los cronómetros.
Un ejemplo es el Rolex Daytona, que es un reloj que combina ser un cronógrafo con la certificación de un cronómetro, pero esto es algo inusual porque solo una pequeña fracción de los cronógrafos han conseguido la certificación de cronómetros.
En resumen, y para que quede más claro sus diferencias, un cronógrafo es un instrumento que sirve para medir periodos cortos de tiempo y un cronómetro es un reloj de alta precisión, certificado por un organismo oficial. Son conceptos distintos pero no opuestos.
El cronógrafo: Un reloj versátil y funcional
Los cronógrafos son relojes versátiles, elegantes y muy funcionales: puedes usarlos para medir períodos de tiempo y realizar varios cálculos. Su funcionamiento, cuando aprendes a usarlo, es bastante sencillo y gracias a su practicidad y diseño funcional, son algunos de los relojes más populares del mercado.