Los collares y gargantillas son dos tipos de joyería para el cuello que, aunque son similares, presentan diferencias en su diseño y uso. Conocer estas diferencias puede ayudarle a seleccionar el accesorio más apropiado para cada ocasión y para su propio estilo.
¿Qué son los collares?
Los collares, una de las piezas más reconocibles de joyería, se llevan alrededor del cuello y suelen estar fabricados con metales preciosos como oro o plata, a menudo adornados con piedras preciosas.
Un collar puede ser simple y elegante, actuando como un marco para el cuello y complementando cualquier conjunto sin robarle protagonismo. Si el collar tiene un elemento que cuelga de la cadena, se denomina colgante. Añade un detalle distintivo, guiando la mirada hacia el escote y la clavícula.
Existen muchos otros tipos de collares, cada uno con sus propias características e indicados para diferentes situaciones. Si quiere conocer más acerca de los collares, le recomendamos la siguiente guía sobre collares.
Orígenes de los collares
La historia de los collares se extiende hasta la antigüedad, época en la que los primeros humanos comenzaron a adornar sus cuellos con diversos elementos. No obstante, fueron los egipcios quienes perfeccionaron este complemento, creando accesorios que se asemejan a los collares modernos.
Los primeros diseños egipcios mezclaban colores como el amarillo, verde, rojo y azul con metales como el oro y la plata, así como con piedras preciosas y semipreciosas como el lapislázuli, la turquesa y la carnelina. Estas piezas llamaban la atención gracias al brillo y la belleza de los materiales empleados en su fabricación.
Las culturas del Creciente Fértil, como los asirios y fenicios, también tenían un gran aprecio por los collares. Los asirios preferían collares de cuentas de piedras preciosas, mientras que los fenicios importaban collares esmaltados de Egipto.
En la antigua Grecia, los collares eran utilizados principalmente por las mujeres y presentaban innovaciones como cadenas de anillas.
Los romanos, influenciados por los estilos etrusco y griego, crearon collares de oro con perlas y piedras preciosas, a menudo adornados con amuletos protectores.
¿Qué son las gargantillas?
Una gargantilla, también conocida como choker, es un tipo de collar que se ajusta ceñidamente alrededor del cuello. Pueden encontrarse elaboradas con una gran variedad de materiales en alta joyería como oro, platino, diamantes y otras piedras preciosas. Su diseño puede variar desde una simple cinta de terciopelo hasta complejos arreglos de metales y gemas.
Orígenes de las gargantillas
Las gargantillas han sido utilizadas en diversas culturas y épocas, cada una aportando su propio significado y estilo a este accesorio.
Las gargantillas tienen una historia rica que se remonta a culturas antiguas como la india y la egipcia. Eran empleados como símbolo de poder en el antiguo Egipto.
Durante la Edad Media en Europa, los collares no extendieron su uso hasta el siglo XII, cuando las mujeres provenzales popularizaron las gargantillas de tela ajustadas al cuello, adornadas con hilos de perlas.
En el siglo XVI, el retrato de Ana Bolena con su famosa gargantilla de perlas se hizo icónico, y esta imagen ha perdurado en la memoria histórica. Durante la Revolución Francesa, las gargantillas adquirieron un significado simbólico fuerte cuando las mujeres comenzaron a usar cintas rojas para honrar a los guillotinados.
En el siglo XIX, las gargantillas eran un símbolo de estatus y elegancia, populares tanto entre la realeza y la aristocracia durante la época Victoriana. La princesa Alejandra de Dinamarca, por ejemplo, usaba siempre una gargantilla para cubrir una cicatriz en su cuello, convirtiéndose en una propulsora de este accesorio. En el siglo XX, las gargantillas de diamantes se convirtieron en un símbolo de elegancia entre las mujeres de la alta sociedad estadounidense.
Durante los años 90, se vio un resurgimiento de los chokers entre la juventud. Artistas y figuras icónicas como Courtney Love popularizaron el uso de gargantillas, que se convirtieron en un símbolo del poder femenino.
Hoy en día, los chokers de alta joyería se han reinventado en una variedad de estilos y materiales y ha pasado de asociarse con eventos formales a una joya perfecta para usarse en el día a día.
¿Cuándo elegir un collar y cuando una gargantilla?
Elegir entre un collar o una gargantilla depende de varios factores, como son la vestimenta, la forma del rostro y el tamaño del cuello.
Los collares largos suelen complementar bien vestidos y blusas con escote en V, mientras que las gargantillas pueden sentar mejor con cuellos redondos o sin tirantes.
Las personas con caras ovaladas o en forma de corazón pueden lucir bien con casi cualquier tipo de collar o gargantilla. Aquellos con rostros redondos pueden encontrar que las gargantillas realzan más la redondez, mientras que los collares largos pueden ayudar a alargar visualmente la cara.
Por otra parte, un cuello largo y delgado puede llevar gargantillas con elegancia, mientras que un cuello más corto puede beneficiarse de collares más largos que creen una ilusión de longitud.
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