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Tipos de engaste de diamante en joyería

¿Sabías que existen distintos tipos de engaste de diamantes en joyería? Ciertamente, la elección de uno u otro puede cambiar considerablemente el aspecto final y el valor de la joya.

Los diamantes, al igual que las demás gemas, deben ser colocados sobre la base metálica de la joya (anillo, broche, pendientes, etc.). Ello se logra mediante el engastado o engarzado: un procedimiento que une la piedra preciosa con el metal para crear una sola pieza de joyería. 

Tipos de engaste de diamantes en joyería que debes conocer

engaste joyas y diamantes

Engastado en chatón o bisel

Decimos que un diamante está engastado en chatón o bisel cuando se encuentra dentro de una fina tira metálica. ¿Sabías que es el tipo de engarce más antiguo que existe?

Sin duda, estamos ante uno de los tipos de engaste de diamantes en joyería que brindan mayor seguridad, siendo idóneo para aquellas joyas que usamos en nuestro día a día. Por si fuera poco, además de agrandar visualmente la gema, le proporciona un intenso brillo.

Engarzado a medio bisel

Es una variante del anterior en la que ambos flancos de la gema son abrazados por dos delgadas tiras metálicas. Ello aumenta el brillo del diamante a costa de reducir su seguridad.

Engaste a nivel

El engarzado a nivel es otra variante del engaste en bisel. Para llevarlo a cabo es necesario perforar el anillo para introducir la gema en el agujero resultante, de modo que tanto el metal como la piedra preciosa queden al mismo nivel. Sin duda, es uno de los tipos de engaste de diamantes en joyería que más fuerza está cogiendo en los últimos tiempos.

Engaste en garras o grifas

engastes en joyeria

El engaste en garras (también conocido como grifas o engarzado en uñas) es sumamente popular. Consiste en montar la gema cerrando su base con unas garras. Lo más habitual es que dichas grifas sean 4, pero no hay nada escrito en piedra sobre su número, pudiendo ser desde 2 hasta 10.

Dentro de los distintos tipos de engaste de diamantes en joyería, esta modalidad destaca por la gran luminosidad que proporciona. Al fin y al cabo, la piedra preciosa no está totalmente rodeada por el metal, lo cual le permite reflejar más luz. No obstante, esa gran virtud es también su mayor inconveniente, ya que la piedra preciosa se ensuciará con más facilidad.

Engarce de garras compartidas

Se trata de una variante del tipo de engarce anterior. En este caso, se utilizan las mismas grifas para colocar varios diamantes. Resulta más luminoso que el engaste en canal, si bien las gemas quedan a la merced del polvo y de los daños externos.

Engarce por tensión

Todo un clásico entre los distintos tipos de engaste de diamantes en joyería

El engaste por tensión hará las delicias de cualquier amante de las joyas modernas e innovadoras. No en vano, el diamante queda aquí sujeto en unos pequeños surcos realizados en los extremos del anillo. De este modo, la piedra preciosa se mantiene en su lugar por la presión que ejerce la banda de la sortija, como si estuvieras suspendida en el vacío. 

Lo mejor que tiene este tipo de engarce es que potencia al máximo el brillo y la luminosidad del diamante. Desafortunadamente, el anillo quedará totalmente desprotegido frente a factores externos, lo que incrementa la posibilidad de perderlo.

Engaste en catedral

En este caso, los arcos de metal son los encargados de mantener el diamante en su sitio. El resultado de ello es que la gema se superpone sobre el resto de la joya, de forma similar a como lo haría una catedral gótica.

A nivel visual, este tipo de engarce es impresionante. No obstante, la pieza puede llegar a resultar poco práctica para el uso diario, ya que su gran tamaño hace que se ensucie y enrede con facilidad.

Engaste en canal o carril

Llamamos engarce en canal a aquel en el que se colocan una fila de diamantes pequeños sobre rieles metálicos. Las gemas empleadas en este tipo de engaste siempre son de reducidas dimensiones, lo que confiere a la joya un aspecto minimalista y elegante.

Engaste en barras

Estamos ante una modalidad del engarzado en canal. En este caso, los diamantes se empotran entre sendas paredes paralelas de metal. Verdaderamente, es uno de los tipos de engaste de diamantes en joyería más seguros.

Engaste invisible

Esta clase de engarzado debe su nombre a que el metal precioso no resulta visible, pues solo se aprecian las piedras preciosas. Ello se logra realizando unos surcos en la base de los diamantes. Es aconsejable revisar este tipo de joyas periódicamente.

Engaste halo

Para realizar el engarzado halo, los diamantes de menor tamaño deben colocarse rodeando el diamante central. De este modo, se crea un efecto óptico que lo hace padecer mayor de lo que realmente es. Resulta muy habitual tanto en los anillos de compromiso como en los pendientes.

Engaste pavé o en granete

Esta clase de engarzado se caracteriza por colocar varios diamantes de reducido tamaño unos al lado de otros y separados únicamente por pequeñas cuentas de metal. Las diminutas púas metálicas (semejantes a perlas) nacen directamente del anillo y apenas resultan visibles. El efecto recuerda a la técnica del adoquinado (“pavé» significa “pavimento»).

Dentro de los tipos de engaste de diamantes en joyería conocidos como pavé existen otras dos modalidades:

  • Pavé francés o engaste castillo: las gemas se engarzan en una ranura con forma de V provista de diminutas cuentas en sus juntas. Con ello se consigue incrementar el brillo de los diamantes.
  • Micropavé: su especialidad radica en utilizar diamantes muy pequeños.

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