Esmeralda es el nombre que reciben la piedra preciosa una vez tallada, y el mineral, que es la variante verde del berilio.
La fórmula molecular del berilio es Be3Al2(SiO3)6. Cuando el mineral presenta, además, pequeñas cantidades de cromo y, en algunos casos, vanadio, pasa a tener un color verde característico que, de hecho, se conoce como verde esmeralda. Estamos, entonces, ante una gema de mayor o menor valor una vez tallada, dependiendo de sus características. El peso específico de cada esmeralda oscila entre 2,65 y 2,90 y posee una dureza de 7.5 a 8 en la escala de Mohs.
Se tiene constancia del valor dado a las esmeraldas ya en civilizaciones como la del antiguo Egipto, donde el color verde en los minerales era muy apreciado. Todavía se conservan allí las minas de esmeraldas de la región de Sikait-Zabara, que posiblemente fueron explotadas hace 3500 años, aunque en la actualidad esas minas ofrecen esmeraldas de baja calidad.
Desde tiempos remotos, se ha asociado a la esmeralda con un poder de protección frente a la enfermedad. La propia Cleopatra, fascinada por la belleza de estas piedras preciosas, llegó a poseer personalmente minas de esmeraldas. Para la cristiandad europea de la Edad Media, donde existen algunos pequeños yacimientos muy diseminados, la esmeralda era el símbolo del apóstol San Juan, mientras que en Ecuador, los pueblos del valle de Manta, adoraban una esmeralda del tamaño de un huevo de avestruz.
Colombia es el principal productor a nivel mundial de esmeraldas y, tal vez por ello, el que puede ofrecer diferentes grados de calidad cuando la esmeralda se destina a ser utilizada en joyería. Las esmeraldas de Brasil también son de baja calidad, hasta el punto de que a veces ni se llegan a tallar.
Por el contrario, en Zimbabue, Mozambique y Zambia sí hay yacimientos de esmeraldas de alta pureza, aunque no son tan abundantes como para competir en volumen de ventas a nivel mundial con Colombia y Brasil.
Esto hace de Colombia el referente en lo que a esmeraldas se refiere, sobre todo si se buscan piezas que ofrezcan buenos resultados una vez talladas, pues Colombia sí es capaz de satisfacer buena parte de la demanda mundial
Color y claridad de las esmeraldas
Como hemos señalado, el característico color verde de las esmeraldas es fruto de la contaminación del berilio con cromo y, en ocasiones, vanadio. Al hablar de presencias tan bajas como para llamarlas contaminación, se dan casos en los que estas bajas concentraciones no siguen una distribución uniforme, apareciendo esmeraldas con tonalidades que van desde un verde casi transparencia hasta verdes con matices azules y amarillentos.
Los lapidarios tienen que observar, analizar e identificar donde está el color y cuál debe ser el mejor corte para que la piedra contenga el mayor enfoque tallado, dado que es muy raro encontrar esmeraldas homogéneas.
La esmeralda cristaliza con estructura hexagonal y su valor viene determinado, por un lado, por la homogeneidad del color verde característico de esta piedra preciosa, pero también por su claridad, además del tamaño.
La claridad o, mejor dicho, la falta de opacidad, llega a ser el aspecto más importante a la hora de determinar el valor de esmeraldas de tamaños similares. De hecho, muchas de las esmeraldas obtenidas de los yacimientos de Brasil presentan un grado de opacidad tan elevado como para que no sea rentable su tallado, siendo empleadas como adornos de menor valor en joyería y bisutería.
En Gemología se habla de claridad para referirse al grado en que una gema permite ser atravesada por la luz y ver a través de ella. En Química, se refieren a los sólidos con estas características como translúcidos, hablando de transparencia cuando coinciden el paso de la luz a través y la ausencia de coloración.
Cortes y tallas de las esmeraldas
Conviene partir de la distinción entre esmeraldas facetadas, las que son talladas teniendo un aspecto cristalino, y las no facetadas, con un aspecto opaco.
Las esmeradas facetadas suelen cortarse con forma cuadrada o rectangular, aunque las modas también hacen que exista demanda de esmeraldas con tallas caprichosas, como las que imitan una lágrima o el contorno del símbolo de un corazón.
En el caso de las esmeraldas no facetadas o esmeraldas Cabuchón, de menor valor, los cortes pueden ser variados.
Por último, existe un tipo particular de esmeralda con un corte característico: la esmeralda Trapiche. Se trata de piedras que presentan dos tonalidades diferenciadas y se cortan en forma laminar, para mostrar este contraste cromático, que se presenta como un trébol de seis hojas o una flor, debido a una manera diferente de cristalizar que, otra vez, el lapidario debe saber aprovechar.
Las esmeraldas y la alta joyería
En la joyería se mantiene el aprecio por las esmeraldas por las propiedades físicas de la gema y por su coloración verde, símbolo de protección y suerte para algunos.
El precio de las esmeraldas talladas puede oscilar desde unos escasos dólares por quilate hasta 50000 dólares/quilate.
Para alta joyería solo se seleccionan gemas y cortes muy cuidados, que elevan el precio final de la joya más que cuando se eligen otras gemas, con excepción del diamante.
Aunque el precio de una esmeralda no depende solo de su tamaño, hemos de advertir que existen esmeraldas sintéticas, de mucho menor valor, y para el ojo no experto de un cliente es muy fácil confundirlas. Los profesionales pueden garantizarle si la gema es real o sintética o bien puede ir acompañada de un certificado gemológico.
Las esmeraldas colombianas
En general, hablar de esmeraldas colombianas es hablar de calidad y tallas cuidadas, por lo que vamos a ver cuáles son los principales yacimientos del país.
- Esmeraldas de Muzo. Muzo es la mina más apreciada del mundo por la calidad de las gemas que allí se extraen y porque también ofrece variantes extrañas que, lejos de ser poco valiosas por salirse de los estándares de calidad para las esmeraldas en joyería, las revalorizan.
- Esmeraldas de Chivor. Otra explotación histórica, cuyas esmeraldas suelen cumplir con todos los parámetros de calidad que distinguen a las esmeraldas colombianas empleadas en alta joyería.
- Esmeraldas de Coscuez. Explotación más reciente, que ofrece gemas en estudio. A medida que se avanza en la explotación, van apareciendo más piezas con inclusiones típicas de pirita, como las de Muzo y Chivor.
Las esmeraldas son una de las piedras preciosas más apreciadas en la alta joyería desde tiempos ancestrales. Se tiene constancia de la admiración de Cleopatra por estas piedras preciosas, llegando al punto de ser propietaria de minas para su deleite personal.
Presentes en diferentes puntos del planeta, los mayores yacimientos de esmeraldas se localizan en Colombia, donde también se extraen algunas de las piezas de mayor calidad, junto con pequeños puntos de extracción africanos. Las esmeraldas colombianas tienen calidades diferentes según su origen, aunque en general superan con creces a las del segundo productor mundial, que es Brasil.
Las tallas cuadradas y rectangulares son los característicos de las esmeraldas facetadas de mayor calidad y pureza, mientras que los cortes caprichosos se suelen reservar para piezas menos valiosas y para una joyería más adaptada a las tendencias, a la moda. Se puede decir, por tanto, que para las mejores piezas se reservan unos cortes característicos, que permiten apreciar mejor el esplendor de una buena talla.
La coloración, la transparencia o claridad y el corte determinan el valor de una esmeralda en joyería, con precios que oscilan desde unos pocos dólares hasta 50000 dólares/quilate. Además de aquellas que cumplen con todos los estándares de calidad y una buena talla, hay esmeraldas con un valor muy elevado por presentar unas características que las hacen un material especialmente apto en la confección de piezas de alta joyería.