El estatus y la identidad que tiene la marca Rolex en todo el mundo es, en gran parte, mérito de Hans Wilsdorf.
El fundador de la firma fue todo un visionario adelantado a su tiempo. Comprendió antes que nadie como iba a ser el futuro de la relojería mecánica y como se debían sentar las bases de la que iba a ser una de las relojeras suizas más importantes del mundo.
Hoy vamos a hablar de la historia de Rolex, deteniéndonos en los momentos y en los relojes clave que supusieron un antes y un después para la casa y para el universo de la alta relojería.
Hans Wilsdorf y los comienzos de Rolex
Hans Wilsdorf nació en Kulmbach, en 1881. Comenzó en el mundo de la relojería en La Chaux-de-Fonds, en un momento en el que predominaban en la industria los relojes de bolsillo, y en el que los relojes de pulsera eran considerados como piezas de joyería femenina.
A pesar de ello, Wilsdorf estaba convencido de que los relojes de pulsera de alta precisión serían demandados en el mercado muy pronto, sobre todo por las necesidades de cronometraje en el mundo del deporte.
De esta forma, en el año 1905 y asentado en Londres, Hans Wilsdorf funda junto a su socio Wilsdorf & Davies, una compañía especializada en la producción y distribución de relojes de pulsera en el Reino Unido y en el resto del Imperio Británico. Los componentes de estos relojes eran proporcionados por empresas suizas elegidas por su especialización en el sector.
Entre ellas se encontraba Maison Aegler (Bienn), que terminaría por convertirse en Manufacture des Montres Rolex S.A. en el año 1913 por su capacidad para elaborar movimientos lo suficientemente pequeños como para ser incluidos en los relojes de pulsera.
El sentido empresarial de Wilsdorf y la precisión de los primeros Rolex
En el año 1908, Wilsdorf había elegido el nombre de Rolex como firma de sus creaciones, mientras que otras firmas relojeras optaban por tomar el apellido de sus fundadores.
Lo curioso es que la elección del nombre no fue nada casual, ya que Wilsdorf estableció una serie de criterios antes de dar con el nombre definitivo, como que fuera corto, fácil de recordar o pronunciable en todos los idiomas.
Dos años después llegaba el primer certificado de precisión cronométrica de la mano de la Oficina de Control del funcionamiento de relojes de Bienne en Suiza. En el año 1914, el Observatorio de Kew en Gran Bretaña otorgaba a un reloj de pulsera de Rolex un certificado de alta precisión que hasta el momento solo habían obtenido cronógrafos marinos.
Con la creciente popularidad de la marca, Hans Wilsdorf dejó Inglaterra y puso rumbo a Geneva, ciudad dónde había fundado Montres Rolex SA siete años atrás para continuar trabajando.
En 1926 Rolex alcanzaba un nuevo hito para la relojería al presentar el primer reloj hermético del mundo: el Rolex Oyster.
Un año después, Mercedes Gleitze cruzaba el Canal de la Mancha a nado durante diez horas con un Rolex Oyster en la muñeca.
Hans Wilsdorf decidió publicar un anuncio en el Daily Mail que publicitara la hazaña. De esta forma empezaba una larga unión entre deportistas y aventureros de distintos campos con la firma, como el piloto Sir Malcom Campbell o los alpinistas Edmund Hillary y Tenzing Norgay.
En los años treinta llegarían algunas novedades que terminarían de asentar las bases de la compañía para los próximos años. En 1931 se patenta el rotor Perpetual, un rotor de cuerda automático que hizo posible mantener el movimiento sin necesidad de abrir la corona para darle cuerda manualmente, lo que aumentó su estanqueidad.
Ese mismo año llega el logotipo de la marca: la reconocible corona de 5 picos redondeados. Dos años después se registra el nombre de Rolesor para hacer referencia a la aleación entre oro y acero que incluyen algunos modelos en la pulsera.
Los relojes clásicos y los modelos profesionales
En los años 40, Rolex ya tenía una identidad de marca completamente
asentada, además de su propio sistema para fabricar relojes de pulsera
automáticos y sumergibles.
Fruto de la combinación del movimiento Perpetual y la caja Oyster aparecen
algunos de los relojes más emblemáticos de la casa que terminarían por convertirse
en auténticos clásicos de la alta relojería:
- 1945 – Oyster Perpetual Datejust: Primer reloj de cronómetro automático resistente al agua que mostraba la fecha en la esfera. Uno de los modelos más reconocibles de Rolex gracias a su bisel estriado y su brazalete Jubilee.
- 1953 – Oyster Perpetual Explorer: El primero de los relojes profesionales de la firma, creado y utilizado para el primer ascenso a la cumbre del Everest.
- 1955 – Oyster Perpetual GMT – Master: Un reloj capaz demostrar la hora local y la de otro lugar del mundo simultáneamente. Gracias a ello, se convirtió en el reloj oficial de la aerolínea American World Airways.
- 1956 – Oyster Perpetual Day-Date: El primer reloj de pulsera que incorporó fecha y día de la semana. Disponible únicamente en oro de 18 quilates o en platino 950. Usado por políticos y grandes celebridades de todo el mundo.
- 1956 – Oyster Perpetual Milgauss: Reloj diseñado para resistir los campos magnéticos. Fue utilizado por los científicos de la CERN en Ginebra para la investigación nuclear.
- 1967 – Oyster Perpetual Sea Dweller: Diseñado para satisfacer las necesidades de los buceadores de aguas profundas. Resistente al agua hasta 610 metros y equipado con una válvula de descompresión para liberar el exceso de presión del reloj en
las inmersiones. - 1992 – Oyster Perpetual Yacht Master: El reloj que personificó la histórica relación de Rolex con el mundo de la navegación desde
los años cincuenta.
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Rolex tras Hans Wilsdorf hasta la actualidad
El creador de Rolex falleció en el año 1960 dejando tras de sí un legado imborrable. En 1963 André J. Heiniger sucedió a Hans Wilsdorf en 1963 para tomar las riendas de Rolex y continuar con su legado empresarial y relojero.
Desde entonces, además de las ya citadas, aparecieron otras colecciones de relojes como Cosmograph Daytona, Submariner o Air
King. Con el paso de los años llegaron los avances tecnológicos y con ellos una mayor perfección en la mecánica de los relojes y en sus materiales, haciendo de Rolex una de las firmas de relojería suiza más prestigiosas en todo el mundo.