El día de la boda es el más especial para una pareja, aunque todas las miradas se van a centrar en ella: el vestido, el peinado y, cómo no, las joyas. Hay unas piezas de joyería que toda novia debe llevar ese día y otras que son opcionales y cuyo estilo depende más de las modas y del gusto personal.
Entre las joyas indispensables para la novia, hay algunas reglas acerca de cómo elegirlas dependiendo del vestido y de la hora y el lugar del evento.
Joyas imprescindibles: alianza, anillo de pedida y pendientes
Las piezas de joyería que toda novia debe lucir son la alianza de bodas, que se coloca durante la ceremonia en el dedo anular, el anillo de pedida y unos pendientes.
En el caso de los pendientes, no es raro que se luzcan joyas de familia, por lo que el protocolo para ellos es flexible y solo exige que no sean muy ostentosos y descartar los pendientes de aro, dejando libertad sobre si es mejor que lleven una perla o que incorporen gemas al diseño.
Los anillos de pedida pueden ser de cualquier material noble, oro, plata o platino, y en el caso de las mujeres sí suelen incluir alguna gema o una perla. No es necesario que los materiales de ambos aros, alianza y pedida, coincidan.
¿Y el reloj? Recomendamos elegir un modelo de oro amarillo o blanco, con pulsera en el mismo material, y de tamaño pequeño.
Joyas adicionales: pulseras, tiaras y collares
Hoy en día es frecuente ver a novias luciendo pulseras y los peinados pueden acompañarse de tiaras, que en ocasiones ayudan a sostener el velo de las novias más tradicionales.
Con la pulsera, al ser un elemento nuevo, puedes seguir las tendencias del momento o lucir una joya con gran valor sentimental, mientras que las tiaras suelen estar confeccionadas en metales blancos.
Si pasamos al complemento que va en el cuello, un collar, una gargantilla, hemos de tener en cuenta dónde se va a celebrar la boda, la forma del escote del vestido y las facciones de la novia.
Los collares semilargos solo se pueden lucir con escotes relativamente abiertos y cuando el resto de las joyas son discretas. Si el vestido no tiene escote, prescinde de cualquier complemento en el cuello, y si no es grande, limítate a una gargantilla.
¿Puedo cambiarme las joyas de la ceremonia?
En efecto, cuando la ceremonia se celebra de día, pero el evento continúa tras ponerse el sol, la novia puede cambiar sus joyas, excepto las alianzas para adaptarse al protocolo o por gusto, para lucir dos looks diferentes. Recuerda que, durante la noche, el oro amarillo suele ser el rey.
La elección de las joyas que va a lucir la novia en su boda debe ser cuidadosa y hacerse teniendo en cuenta detalles como el tipo de ceremonia (tradicional o moderna), el lugar y la hora. En el caso de algunos complementos, sobre todo los que adornan el cuello, se ha de prestar atención al escote del vestido y a las facciones del rostro. Cuando la ceremonia se celebra de día y se prolonga hasta bien entrada la noche, la novia tiene la posibilidad de variar sus joyas, a excepción del anillo de pedida y de la alianza.
