El regreso del TAG Heuer Silverstone trajo de vuelta a uno de los mitos de la relojería deportiva. ¿Sabías que la veterana firma suiza decidió relanzarlo en una edición limitada que dio mucho de qué hablar?
Hay relojes que quedan en el imaginario colectivo debido a su poderoso carisma. El Silverstone de TAG Heuer es uno de ellos. Así, tras la reedición de otras líneas tan emblemáticas como el Mónaco, era de esperar que la casa reviviera otro de sus símbolos. No nos ha decepcionado.
TAG Heuer Silverstone: Esta es su historia
El Silverstone fue el sucesor natural del Mónaco: otro buque insignia de TAG Heuer. Corría la década de los 70 y el novedoso diseño cogió a todos por sorpresa. Como sucede con todos los iconos, hay una interesante historia detrás que explica cada uno de sus detalles. ¡Acompáñanos a conocerla!
Primeramente, Silverstone (Towcester, Reino Unido) fue la población que albergó un aeródromo para bombarderos de la Segunda guerra Mundial. Con el fin del conflicto, estas instalaciones fueron desmanteladas.
En la posguerra, Maurice Geoghegan (un vecino de Silverstone) se compró un coche deportivo. Sin embargo, rápidamente comprobó que las carreteras convencionales no le permitían aprovechar al máximo sus posibilidades. Durante una excursión por los alrededores, este intrépido piloto descubrió que las pistas del viejo aeródromo le brindaban el circuito de carreras de sus sueños.
Tras disfrutar de la improvisada pista de carreras en solitario, Geoghegan decidió compartir su hallazgo con sus amigos. Consecuentemente, en 1947 se organizó una carrera informal qué reunió a una docena de pilotos: el Mutton Grand Prix.
El acontecimiento del Mutton Grand Prix acabó llegando a oídos de la Royal Automobile Club (RAC), que buscaba una sede para el Gran Premio de Fórmula 1. Maravillados por estas instalaciones, decidieron celebrar la primera carrera oficial del circuito en 1948. Acababa de nacer la Royal Automobile Club International Grand Prix. Un par de años después comenzó a celebrarse el Gran Premio de Fórmula 1.
Así nació el reloj TAG Heuer Silverstone
La prestigiosa marca helvética forjó numerosos vínculos con el mundo del motor en la década de los 70. Así pues, no es de extrañar que Jack Heuer se sintiera fuertemente inspirado por la leyenda que emanaba de la peligrosa pista de Silverstone.
Cada vez resultaba más evidente que TAG Heuer era a los relojes lo que la Fórmula 1 a los coches. Es por ello que Jack Heuer concibió inicialmente el Silverstone como un relevo del Mónaco, si bien ambos modelos llegaron a coexistir durante casi un lustro.
La primera edición del TAG Heuer Silverstone vio la luz en 1973. Se podía apreciar la caja cuadrada que ya caracterizó al Mónaco, si bien esta se había redondeado. Las tres tonalidades disponibles (roja, azul y ahumada) llenaban de color el ingenioso diseño de una esfera con bisel marcadamente cóncavo.
Estaba claro que el Silverstone de Heuer había nacido para destacar. Así lo ponían de manifiesto detalles como su fondo atornillado y el punto de unión entre correa y caja ocultado por las asas. Su modernidad estaba fuera de toda duda.
Silverstone de TAG Heuer: Un modelo creado para romper moldes
Como ya hizo con el Heuer Mónaco, la marca de relojes decidió reeditar su mítico Silverstone. A tal fin, lanzó en 2011 una edición limitada de 1.860 piezas a un precio de 6.500 $ cada una para conmemorar el 150 aniversario de la compañía.
Al igual que el circuito de carreras que le dio nombre, el TAG Heuer Silverstone ha sido objeto de una fuerte actualización. En realidad, y siendo puristas al respecto, no podemos considerarlo como un relanzamiento stricto sensu.
La rentrée del Heuer Silverstone resultó todo lo exitosa que cabía esperar. Ciertamente, se trata de un modelo que combina con acierto un cautivador diseño vintage con los últimos avances en tecnología relojera.
El nuevo Silverstone llegó disponible en dos colores de esfera: el “marrón ante» y el “azul PAN AM’‘. No obstante, se creó un modelo exclusivo de color rojo para Leonardo DiCaprio, el cual lo subasto en beneficio de su fundación Green Cross International.
El interior del TAG Heuer Silverstone destaca por el movimiento automático ETA que le confiere su Calibre 12. El mismo incorpora un cronógrafo Dubois-Depraz y resulta ligeramente visible a través de su caja de 42 mm. También llama la atención la gran visibilidad de su cronógrafo.
La inconfundible esfera de este reloj viene acompañada por una correa perforada de cocodrilo. La misma se presenta a juego con el color de la esfera (en azul o marrón ahumado).
En resumen, la reedición del TAG Heuer Silverstone promete hacer las delicias de quienes sabemos apreciar los relojes masculinos premium. No en vano, su inconfundible personalidad es más que suficiente para convertirlo en un objeto de deseo al que muy pocos pueden resistirse
